Dejando atrás al airado y vocinglero adolescente de In The City (1977) y su continuación, This Is The Modern World (1977); matizando la arrogancia de ese joven que entrega una obra maestra como All Mod Cons (1978), y al que la edad del pavo le hace ocultar en los créditos del disco la inclusión de la enternecedora "English Rose". Sabiendo que había llegado el momento, atisbada la cima, Paul Weller se enfrasca en el ambicioso reto de componer una obra conceptual alrededor de tres amigos de la infancia cuyas vidas -y cuya amistad- cambian tras una guerra civil. Finalmente, el proyecto original se queda a medias lo que no es óbice para considerar el cuarto álbum de The Jam, Setting Sons (1979), como su obra más ambiciosa -tanto a nivel lírico como de arreglos- hasta la fecha. Aún así, entre briosas canciones sobre amores obsesivos ("Girl On The Phone"), retazos de las vidas de clase media ("Private Hell", el excelso barroquismo de "Smithers-Jones", composición del nunca suficientemente loado Bruce Foxton) o postales desde cualquier ennegrecido edificio de protección oficial ("Saturday's Kids"), se cuelan cinco canciones que daban razón de ser al concepto del disco. La hímnica "Thick As Thieves" nos traslada a los días de patio de colegio, a carreras por los pasillos, a la camaradería que todo lo puede. "Burning Sky", sin embargo, nos traslada -inmisericorde- a la edad adulta para dejarnos claro que todo eso no eran más que quimeras. Una bofetada no haría más daño. Miniópera digna de The Who, "Little Boys Soldiers", habla de abyectos conceptos como imperio, patriotismo y guerra. Estatua de bronce para recordar el destino que les espera a los hijos de la patria. Emocionante y desesperanzada (esa letra, esa melodía, esas armonías, ¡esa flauta!), "Wasteland" se catapulta hasta ese inaccesible lugar donde se guardan bajo siete llaves esas canciones eternas que tú y yo nunca olvidaremos. "No hay eso que llaman sociedad, sólo hay individuos y familias"; los tories acaban de llegar al poder de la mano de Margaret Thatcher y la tensión de la soberbia, perfecta "The Eton Rifles" alimenta la caldera con la que mantener viva la lucha de clases. Como última página, una excitante revisión del éxito de Martha & The Vandellas, "Heat Wave", que siempre se ha considerado fuera de lugar pero que a la luz, o a la sombra, de aquellas adquiere un sabor agridulce, incluso cruel. Y son eso, las vívidas, sinceras y reales emociones que despierta en el oyente lo que hacen de Setting Sons la obra que es. Profunda. Inagotable. Conmovedora.
No conozco la obra de los Jam, y veo que me pierdo algo muy importante. No es que me arrepienta de que Ornette Coleman, Jorge Pardo, los Nomads, Neu!, Rose Tattoo o King Crimson me hayan quitado el tiempo para tantos y tantos artistas (y mira que conozco a cientos y cientos), pero lo de los Jam sí que empieza a parecer sangrante. Maravillosa entrada, Agente. Por frases yuxtapuestas como "La hímnica "Thick As Thieves" nos traslada a los días de patio de colegio, a carreras por los pasillos, a la camaradería que todo lo puede. "Burning Sky", sin embargo, nos traslada -inmisericorde- a la edad adulta para dejarnos claro que todo eso no eran más que quimeras. Una bofetada no haría más daño", es por lo que me gusta tanto tu blog, independientemente de que éste sea de música, lo que también ayuda un poquitín.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tengo amigos que lo consideran como la obra maestra de los Jam. Es un disco que me gustaba pero nunca llegó a engancharme como el "In the city" o sobre todo el "All mod cons". Por cierto, menos mal que hay alguien que se acuerda de "English rose", qué temazo, Abrazo.
ResponderEliminarUna joya de disco del que ahora he pillado la reedición con un live de quitar el hipo. La Limousine para mi es un ejemplo de lo que añoro de los blogs y que aquí lo tengo y en muy pocos más. Sentimiento y pasión por la música. Tengo ganas de volver a seguir fiel a un formato, el de uno mismo. Un abrazo!
ResponderEliminarPor lo que sea siempre recurro a los dos primeros discos de the Jam, aunque admito que este es también excelente, como lo es la reseña que lo ensalza.
ResponderEliminarAbrazo.
Gracias por lo de la entrada, Gonzalo. Por supuesto que no hay que arrepentirse por no haberse acercado aún a tal o cual artista aunque sí, The Jam lo merecen, pero ya encontrarás el momento.
ResponderEliminarJohnny: con The Jam voy cambiando de favorito, a veces All Mod Cons, otras éste, luego miro de reojo a su gran debut o al Sound Affects,... seis discos que dan para mucho. Lo de "English Rose" fue un pecado de juventud.
Joserra: de sentimiento y pasión por la música tú sabes mucho. Me alegra que te sientas tan bien en esta casa, siempre es un honor. Esa reedición no la conozco, tentación!!!
Addison: los dos primeros es que son un pepinazo y, en concreto, In The City de lo mejor que dio el punk (aunque es mucho más) en el 77 pero la madurez de Setting Sons o la perfección de All Mod Cons les hacen ganar, para mí, muchos enteros.
Gracias a los 4 por comentar. Abrazos.