viernes, 27 de abril de 2012

NIGERIA ROCK SPECIAL

Seguimos quemando rueda y es que si hace unos días visitábamos Jamaica para poco después detenernos en Carolina del Norte y más adelante pasear por Chicago hoy este viaje improvisado nos lleva hasta Nigeria. Me está costando alejarme de las coordenadas de la música negra así que nada mejor que poner los pies en el continente africano aunque sea para, cual Dr. Livingstone, explorar una de las escenas más desconocidas de esa increíble cantera que suponía la Nigeria de los 70. El título completo del explosivo artefacto que protagoniza la entrada de hoy es Nigeria Rock Special: Psychedelic Afro-Rock & Fuzz Funk In 1970´s Nigeria; un título de lo más explícito y que invita a alejarse, en la medida de lo posible, de las coordenadas del highlife y del afro-beat de Fela Kuti.
  
Mientras que en San Francisco o Londres, los hippies se dedicaban a ponerse flores en el pelo y vivían en pleno verano del amor, 1967 era el año en que daba comienzo la guerra civil que asolaría el país hasta 1970, año en que el ex-Cream Ginger Baker llega a Nigeria para trabajar con Kuti y reclutar, de paso a varios músicos con los que formaría su nuevo proyecto, Airforce. Nuevo proyecto con el que girar por Europa y América, exponiendo así a esos músicos nigerianos a los sonidos rockeros de la época. A su regreso a casa, verían la luz dos bandas, Mono Mono y BLO (autodenominado el primer power-trio de África) que serían las primeras en grabar sus propios elepés dando el pistoletazo de salida a una prolífica escena, muy activa durante la primera mitad de la década.


Pasajes herederos de Santana, órganos Hammond a lo Steve Winwood, efectos wah-wah y, sobre todo, toneladas de fuzz. Ingredientes que condimentados con gomosas líneas de bajo y las polirítmicas estructuras de las percusiones africanas (el secreto de esta receta) dejan a los JB´s en pañales. Question Mark, cuyo "Freakin Out" (el título lo dice todo) no desentonaría entre los Nuggets compilados por Lenny Kaye, The Funkees u Ofo The Black Company son sólo algunos de los nombres que esperan ser descubiertos por los amantes de la psicodelia, el garage y el mejor funk-rock.



martes, 24 de abril de 2012

THERE´S NO PLACE LIKE AMERICA TODAY


Cuando Curtis Mayfield publicó There´s No Place Like America Today en 1975 la música negra estadounidense se encontraba en plena deriva hacia la música disco cuyas canciones eran una mera celebración del hedonismo más inane. La portada, basada en una fotografía de los años 30 de Margaret Bourke-White, con esa cola de desheredados "aplastados" por una valla publicitaria que muestra a la típica familia WASP, anunciaba que el contenido no iba a tener nada de banal o trivial.

Así, la apertura de "Billy Jack" es la violenta crónica de la caída de un matón callejero, un tema de asfixiante energía liberada sólo al final gracias a los arreglos de viento. La bluesy y espiritual "When Seasons Change" es una mirada a los tiempos de desesperación y zozobra. Dulce como una caricia, "So In Love" es una canción de amor sublime y "Jesus", con sus arrebatadores coros, unas guitarras de ensueño y la celestial interpretación de Curtis se eleva cual plegaria. Ya a muchos metros del suelo, "Blue Monday People" clama en favor del amor, al menos lo único que no nos podrán hurtar. "Hard Times" es el corte con más groove del disco (cuántas veces lo escucharía Prince en los 80?) y el que nos conduce al final con la exuberante declaración de fe en la hermandad de "Love To The People".

There´s No Place... es la clase de álbum concebido más como una unidad que como una colección de singles motivo tal vez por el que no alcanzaría las cotas comerciales de Superfly o su debut Curtis pero sin lugar a duda es una joya a reivindicar; por no mencionar que, desgraciadamente, parece escrito ayer.

sábado, 21 de abril de 2012

I MISS YOU, NINA

 
Te fuiste tal día como hoy hace nueve años cumpliendo la promesa de hacerlo a los 70 ("porque más allá sólo hay dolor"); tú, que te cargabas a la espalda todo el dolor del mundo para servirnos de bálsamo; tú, que te fuiste tal día como hoy hace nueve años...y te sigo añorando...

...la frágil flor...



...la agitadora infatigable...



...la sacerdotisa orgullosa...



...la mujer...



...la artista...

martes, 17 de abril de 2012

STUDIO ONE SOUL


The Jamaican Recording & Publishing Studio fue el sello más importante de la isla caribeña y el pilar básico para el desarrollo de la música jamaicana gracias al trabajo llevado a cabo en los estudios del mismo nombre. Popularmente conocido como Studio One, en él grabarían desde los Wailers de Bob Marley hasta Toots & The Maytals pasando por Marcia Griffiths o Burning Spear. Creado por Clement Dodd en 1963, quien desde la década anterior se dedicaba a traer a la isla desde EEUU todo tipo de grabaciones de jazz o R&B, desde el principio tuvo como modelo e inspiración la labor de sellos como Motown y Stax (el Studio One contaría con su propia house band así como su propio equipo de compositores e ingenieros) y de hecho se publicitaba bajo el lema El Sonido de la Joven Jamaica; pero ante todo sería el mensaje de independencia y "empoderamiento" que impulsaba el movimiento por los derechos civiles, que corría paralelo al desarrollo de la música soul , el catalizador de su aventura.


Y es, precisamente, esa influencia de la música estadounidense la que documenta esta excelsa recopilación. Del Sonido Motown al Sonido Philadelphia, con parada en el soul sureño; de los Impressions a los Delfonics, pasando por el "Respect" de Otis/Aretha, The Temptations, Barry White o Luther Ingram (lo que hace Alton Ellis con su inmortal "I Don´t Want To Be Right" corta la respiración). Un viaje lleno de color y sabores únicos. En mi modesta opinión, un must para cualquier aficionado a la música negra.


viernes, 13 de abril de 2012

RED FANG


Aunque oficialmente la discografía de la banda de Portland se inauguraba con el excelente Murder The Mountains (uno de los discos de Rock del 2011), el debut en el formato de larga duración tuviera lugar dos años antes con el álbum de título homónimo que no era sino la recopilación de sus primeros EP´s. Con un pie en la década de los 70 y otro en la de los 90, Red Fang suponen un soplo de aire fresco en una escena acartonada.

Su sonido de poderosos riffs y base rítmica capaz de aunar lo monolítico y lo dinámico, cercano a veces al sonido de una jam band, queda patente en una trilogía de temas iniciales, duros como el granito ("Prehistoric Dog", "Reverse Thunder", "Night Destroyer"). Hay algo de primitivo en esta apertura que me trae siempre a la mente la portada del Survival de Grand Funk donde los de Mark Farner posaban como si de hombres de las cavernas se tratase. "Humans Remain Human Remains", el corte más atmosférico del disco, supone, por el contario, una bajada de revoluciones que no de intensidad. Adictiva como pocas, "Good To Die", es el tema donde las influencias noventeras se hacen más patentes.

Aunque no sólo del riff sabbathiano se alimenta la bestia de Red Fang y una nueva trilogía de temas ("Birds On Fire", "Wings Of Fang" y "Sharks"), reflejan la influencia que el punk tiene en la banda de Bryan Giles, Aaron Beam, David Sullivan y John Sherman;  urgentes y cortantes como los colmillos de la portada allanan el camino para que "Whales & Leeches" y "Witness" pongan punto final al disco de manera ominosa con sus atmósferas apocalípticas.

Y encima con sentido del humor...

martes, 10 de abril de 2012

McLEMORE AVENUE


Sin duda no ha habido grupo más versioneado que los Beatles y solo figuras como Leonard Cohen, Hank Williams y, por supuesto, Dylan pueden equiparárseles en número de relecturas de su cancionero y tributos publicados. El impacto de los Fab Four fue tal que ni el epicentro del llamado "Stax Sound" se libraría de él. Abbey Road , a la postre, canto del cisne de la banda de Liverpool vería la luz en EEUU en octubre del 69 y las primeras semanas del año que inauguraba la nueva década cogerían a Booker T. & The MG´s enfrascados en la grabación de este particular homenaje. Su líder, Booker T. Jones había quedado gratamente sorprendido por la nueva entrega discográfica de los Beatles, en especial con la concepción de la Cara B lo que explica que McLemore Avenue se construyera siguiendo la estructura de medleys, las cuales ocupan tres de las cuatro pistas del disco. 

Curiosamente se abre con los cortes con los que concluye el original ("Golden Slumbers"/"Carry That Weight"/"The End") cerrándose esta primera aproximación a Abbey Road con "Here Comes The Sun" y "Come Together"  que ahonda a base de R&B en la cadencia pantanosa ya apuntada en la composición de Lennon. Una soulful "Something" es el único tema que se presenta solo, dejando espacio para una pequeña jam guiada por la lacerante guitarra de Steve Cropper y los suaves acordes de órgano de Booker T.

La segunda parte del álbum vuelve a recuperar la estructura con la que comenzaba con el medley que engloba una lírica "Because" y una groovy "You Never Give Me Your Money". Para rematar, la mini-suite de 10 minutos "Sun King"/"Mean Mr. Mustard"/"Polythene Pam"/"She Came In Through The Bathroom Window"/"I Want You (She´s So Heavy)" nos deja, como todo McLemore Avenue, envueltos en la compenetración y expresividad de los cuatro músicos de la Stax; expresividad tal, guiada además por el lema de menos es más (Cropper no desperdicia ni una nota de su guitarra) que en ningún momento echas en falta la ausencia de una "voz cantante".