viernes, 28 de octubre de 2011

GETTIN´ PRETTY GOOD AT BARELY GETTIN´ BY


No se puede decir que The Four Horsemen fuesen una banda con suerte. Tras ser fichados por Rick Rubin para su sello Def American lanzaron su primer álbum, producido por el propio Rubin, en 1991 sin la repercusión esperada. Demasiado hell raisers para la industria entraron en un impasse de cuatro años y para cuando decidieron intentarlo de nuevo se encontraron con la repentina muerte de su batería original a quien estaría dedicado el nuevo disco. Lamentablemente no sería ésta la única jugarreta que les deparaba el destino puesto que en 1997 el cantante Frank C. Starr sufriría un accidente de moto que le tendría en estado de coma varios años hasta el fatal desenlace.

Aunque como testamento dejarían un disco que no inventaba nada y ni falta que hacía. Como si de un hijo bastardo del Shake Your Money Maker y Powerage se tratase Gettin´ Pretty Good... se abría con una insuperable y, paradójica, a la vista de los acontecimientos, versión de "Still Alive And Well" de Rick Derringer y durante una hora himnos hardrockeros como "Rock My Universe" o la acedeciana "Back In Business Again" se combinaban con épicas baladas (la sentida "Song For Absent Friends"), medios tiempos de aroma honky-tonk ("Hit The Road"), potenciales hits como "Keep On  Keepin´On" o la radiable "Keep Your Life", el boogie acelerado de "Hot Rod" y temas que parecían venir firmados por unos Black Crowes hasta arriba de esteroides caso de "Drunk Again".

Si sientes algo por álbumes como los citados antes, Nuthin´ Fancy de Lynyrd Skynyrd o el Electric de The Cult deberías pinchar al menos una vez este Gettin´ Pretty Good At Barely Gettin´ By.



sábado, 22 de octubre de 2011

WHENEVER WE WANTED


Tras el maduro y reflexivo Big Daddy John Mellencamp, por primera vez sin el Cougar, inauguraba la década de los 90 con un retorno a las raíces y al músculo rockero de obras pretéritas como Uh-Huh. Y es que desde el instante en que comienza a sonar el primer tema, "Love And Happiness", no hay duda de que las guitarras van a ser las protagonistas e incluso en composiciones más atmosféricas caso de "Last Chance" o la negra "Melting Pot" hay espacio para que se luzcan las seis cuerdas.

Todo lo que hace tan especial la música del de Indiana se encuentra en este Whenever We Wanted, caso de su carismática voz y esas melodías tan especiales ("Now More Than Ever" o "They´re So Tough" y ese i don´t believe it has to be this way) sin olvidar la aportación  de escuderos de lujo como su sempiterno batería Kenny Aronoff, insuflando esa energía única que desprende el LP, tan palpable en números como "Again Tonight",  las bailables "I Ain´t Ever Satisfied" y "Get A Leg Up" o la tan rootsy como stoniana "Crazy Ones".

Y es que en un hipotético canon con lo mejor del rock americano de los últimos 20 años Whenever We Wanted (y de paso el tema homónimo) merecerían ocupar un lugar más que destacado. Por cierto, debería hacérmelo mirar o a alguien más le evoca la portada de alguna extraña manera la del Bring It All Back Home dylaniano.

viernes, 14 de octubre de 2011

FEAR NOT THE OBVIOUS


Estos días he estado recuperando de manera obsesiva el disco que reunió bajo el nombre de The Yayhoos a los inefables Dan Baird y Eric Amble, quienes si hubiera justicia deberían haber alcanzado el estatus de estrellas hace tiempo, junto a Keith Christopher y Terry Anderson convirtiéndose de inmediato en uno de mis álbumes predilectos de la pasada década. Cuatro currantes del rock repartiéndose el puesto ante el micrófono, así como la autoría de los temas, e impartiendo una clase magistral sobre qué hacer con dos guitarras, un bajo y una batería.

Si eres de los que tuerce el gesto ante estos "proyectos de serie B", arrodíllate en cuanto llegue a tus oídos "What Are We Waiting For", la cuál lleva inscrita en el ADN lo mejor del rock americano, y si te sientes huérfano desde que Ronnie Van Zant se subió a ese avión pincha "Get Right With Jesus" y deja el modo repetición. "Monkey With A Gun" viene a ser como tener a Mick Jagger al frente de ZZ Top y "I Can Give You Everything", una invitación para quedarse afónico. La hora de calmarse, sacar la guitarra acústica y salir al porche llega con la campestre "Bottle And A Bible".

El Nuevo Rock Americano de los años 80 asoma al dar inicio "For Cryin´ Out Loud". "Oh! Chicago", un boogie con el que se te irán los pies, no podría tener un título más apropiado. Por primera vez en todo el disco el rock n´ roll se acerca a los sonidos monolíticos del hard-rock en la ominosa y netamente 70´s "Wicked World". Como perros viejos (y sabios) que son  Baird y cia. colocan a continuación la encantadora "Baby I Love You", de cadencia swing, para dejar que las guitarras vuelvan a crujir y soltar chispas en las frenéticas "Hunt You Down" y "Hankerin´", modo inmejorable de rematar Fear Not The Obvious en todo lo alto sino fuera porque faltaba...una versión del "Dancing Queen" de ABBA (por cierto, que tendrá el tema de los suecos que también ha sido versionado por Redd Kross?) que sin duda te hará gozar mientras esbozas una sonrisa.

Hagamos ruído, este Fear Not the Obvious es el mejor LP de The Rolling Stones desde Tatto You...


martes, 11 de octubre de 2011

BANDWAGONESQUE


Aparentemente más apreciados al otro lado del Atlántico, ahí están sus giras con Uncle Tupelo o Nirvana, cuando salió a la venta el que por entonces suponía su tercer disco se puso demasiado énfasis en el supuesto carácter derivativo de sus canciones cuando tres años después Oasis o Blur serían celebrados como salvaguardas de las esencias patrias. Una caprichosa pataleta porque de lo que va hoy es de conmemorar el vigésimo aniversario del álbum de la saca de dinero y que los escoceses siguen en pie y en forma (notable su Shadows del 2010).

Temas con vocación de himno como "What You Do To Me", "Star Sign" o el que abre Bandwagonesque, "The Concept", a la par épico y melancólico, no dejan lugar a dudas de la época en que vieron la luz. Así como de que el sonido enmarañado no puede ocultar el talento para las melodías y las armonías de los Fanclub. Lo mismo se podría decir de "I Don´t Know" con esas guitarras deudoras de Sonic Youth.

"December" se mece entre Alex Chilton y Brian Wilson y en "Metal Baby" o "Pet Rock" el power-pop se funde con el sonido noise. Aunque personalmente me quedaría con las hermosas, tristes y quejumbrosas "Sidewinder" y "Alcoholiday" que dan paso para cerrar este Bandwagonesque a "Guiding Star", surgida de las brumas del Sister Lovers de Big Star y a la instrumental (tributo al sonido Manchester?) encerrada en la, irónica ó no, pregunta "Is This Music?", extrañamente fascinante .

Lo mejor de todo es que tras este hito de la escena independiente Blake, Love y McGinley se cortarían el pelo, abrazarían el clasicismo y legarían para la posteridad dos gemas atemporales que responderían al nombre de Grand Prix y Songs From Northern Britain.

martes, 4 de octubre de 2011

COMO LA TORTILLA DE MAMÁ

"Hide your Colors" lleva sonando dos minutos y ya estoy un poco más contento que hace un rato; creo que era Joserra quien hablaba de que te podías enfrentar a este disco en plan no va a ser un nuevo TTGG o ser más oso amoroso. Puede que sea un blando entonces porque en cuanto sonaron al unísono las voces de Louris y Olson esbocé una de esas sonrisas que podríamos calificar de estúpidas, de esas que te sorprenden y que casi te avergüenzan a pesar de ser tú el que la llevas encima. Llega el solo de guitarra, pienso en George Harrison asintiendo con la cabeza y vuelve esa sonrisa bobalicona.


¿He oído la palabra química?, ¿falta de química?, cómo se mide, ni que fuéramos Standard & Poor´s calificando deudas de estados por medio de  aes y signos positivos. Hay magia en "Tiny Arrows", en esa invitación a bailar que es "Guilder Annie", quiero salir a la calle para poder pasear canturreando "She Walks in So Many Ways", me da igual si suena facilona, a lo que se espera que suene una jayhawksong, posee la especial y agradable familiaridad de la comida casera, me hace feliz al igual que cuando iba a casa de mi abuela y había macarrones para comer o puedo comer la tortilla de mamá, justo como me gusta, hecha para mí, así no hay manera de no disfrutarla. En su punto.
A la vez es un disco ambicioso, las guitarras son fabulosas, hay arreglos de cuerda, las mansiones de Laurel Canyon proyectando su sombra, Karen Grotberg y Tim O´Reagan enriqueciendo los temas como antaño y Marc Perlman en la sombra pero imprescindible tal que si se tratara de todo un Chris Hillman. ¿He dicho ya que Mockingbird Time me está haciendo feliz?

 Perdonad pero voy a colocarlo en la estantería cerca de Rubber Soul, de Turn! Turn! Turn!, de Radio City, del Harvest, incluso de Desire (esos violines!!!), para no olvidarme que en 2011 The Jayhawks volvieron para poner una estúpida sonrisa en mi cara.

sábado, 1 de octubre de 2011

MIS 10 DE...

Prometo que se acabó Miles por un tiempo pero es que ha sido difícil resistirse a pasar unos días inmerso en su música y su figura con motivo del aniversario de su muerte. Aunque se bien que esto es sólo una excusa porque con él, al igual que me sucede con Elvis, o los Stones, o los Byrds, Dylan o Led Zeppelin cualquier pretexto es bueno para que en casa únicamente suene su música (además simplemente hemos rememorado varios de sus álbumes y rendido tributo el fatídico 28 de septiembre); la música del hombre que nos tiñe el alma de azul, que nos arrastra bajo mareas de electricidad y que hizo arte de los silencios...

1) Kind Of Blue
2) A Tribute To Jack Johnson
3) Bitches Brew
4) Milestones
5) On The Corner
6) Sketches Of Spain
7) Workin´ With The Miles Davis Quintet
8) In A Silent Way
9) Birth Of The Cool
10) Get Up With It