lunes, 8 de diciembre de 2014

SOUP


En plena fiebre "alternativa", que tu debut fuese grabado en la ciudad de Seattle bajo la supervisión de Rick Parashar (que por entonces gozaba de las mieles del éxito merced a su trabajo en el Ten de Pearl Jam) como poco te garantizaba la atención inmediata de los medios. Si encima, como mascarón de proa contabas con un single irresistible, no podías esperar -como así fue- más que el éxito. Dicha canción ("No Rain") transmitía alegría, placidez y jovialidad, sensaciones acentuadas por su correspondiente vídeo, con los miembros de la banda ataviados con abalorios y ropajes de los 70 en un bucólico entorno. Poco importaba que, aun siendo una canción fantástica, no fuera el reflejo fiel de lo que en su interior podíamos encontrar: unos neo-hippies de los 90 transitando a su manera el camino hollado en el pasado por grupos como Grateful Dead, Allman Brothers o Lynyrd Skynyrd, diferenciándose así de muchos de sus contemporáneos. Con cuatro millones de copias vendidas de su álbum homónimo y tras ejercer de teloneros para estrellas como Lenny Kravitz, los Rolling Stones o Guns N' Roses, para su segunda obra Blind Melon se trasladan junto al productor Andy Wallace a la ciudad de Nueva Orleans. Ésta, con su mezcla de colores y culturas, su locura, su bullicio y su decadencia, se harán notar en todos y cada uno de los cortes de Soup. Frente al espíritu jammy que invocaba buena parte de su estreno discográfico, las nuevas composiciones son el resultado de la indudable madurez de unos músicos capaces ahora de reflejar mil y un matices en canciones que nunca sobrepasan los cuatro minutos. Sostenidos sobre la imaginativa batería de Glen Graham -con esas paradas que le hacen desaparecer del cuadro para asomar de nuevo impulsando la canción a nuevos e impredecibles territorios- y los personalísimos arabescos de las guitarras de Christopher Thorn y Roger Stevens, los nuevos temas semejan un tapiz salpicado de bellas y complejas filigranas. Mosaico de sonidos acústicos y grooves eléctricos; banjos, kazoos, vientos, pianos y cuerdas; jazz callejero, psicodelia y folk. Respirando la libertad de miras de obras como Nothing's Shocking o Led Zeppelin III. Y por encima, completando el mosaico, Shannon Hoon con su emocional y emocionante voz convertida en estremecedora correa de transmisión de las más puras y duras sensaciones: el desamparo, la necesidad de empatizar, el recuerdo de los que no están con nosotros, el vértigo de no saber cómo pedir ayuda, la esperanza ante una tan aterradora como deseada paternidad. Poco importa que ni la crítica ni el público lo entendiese, a los que Soup nos lleva acompañando casi veinte años nos basta con sumergirnos en él, perdernos en cada uno de sus vericuetos y dejar que ese reconocible temblor estremezca de nuevo nuestro cuerpo. Algo que sólo la música surgida del alma, de la vida, puede lograr.

14 comentarios:

  1. Magistral el disco, magistral la entrada, magistral la referencia a "Nothing's Shocking" y "Led Zeppelin III". Admiro tu capacidad para en unas líneas llegar a la esencia de un álbum, en este caso de uno tan hermoso como "Soup". (La sopa, la comida de las clases populares, lo que hemos cenado hoy en casa.)

    Un abrazo, Agente.

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    1. Jo, Gonzalo, gracias por tus palabras (me sigue dando un poco de reparo pero siempre reconforta saber que alguien se detiene, de verdad, a leerte). Pero sobre todo me alegra saber que tú también tienes un hueco para una hermosura como Soup. Esa referencia a la sopa como "la comida de las clases populares" me ha llegado, yo también la cené anoche (es totalmente cierto, ojo) y, no sé, damos por sentado que nunca faltará un plato de sopa en la mesa como se suele decir pero no es así...

      Otro abrazo para ti y los tuyos.

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  2. Gran disco, gran banda; qué enorme era Shannon; qué feeling tenía y qué todo. Eran los tiempos en los que el mundo podía haber sido suyo; qué gran concierto dieron en Woodstock.

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    1. Es verdad lo que dices, Alex, "el mundo podía haber sido suyo" pero la banda, maravillas como Soup o ese concierto en Woodstock 94 se encuentran ya en la historia y formando parte de las vivencia de muchos aficionados desde hace ya muchos años y eso es lo que importa.

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  3. Muy buena entrada Agente. Lástima que no tenga nada de los Melon, si así fuera seguro que la habría apreciado aun más. Quizás sea mejor de esa manera, cuando no hay apenas referencias y te dejas llevar por la fuerza de las palabras, las que mejor escoges para hacer que tus ideas salten a la comba.
    Saludos,
    JdG

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    1. Me alegro que te gustase, Javier. Es muy interesante lo que dices y es fantástico como lector cuando así ocurre.
      Saludos.

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  4. Disco donde los haya. Mi favorito de la banda. "Walk", de hecho, pasa por mi MP3 cada semana sin que pierda un ápice de emoción. Hace un porrón de años hablé de ellos en el ladrillo.Te dejo el enlace por si apetece echarle un ojo.

    http://enladrillovisto.blogspot.com.es/2009/03/el-melon-ciego.html

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    1. Es un disco imperecedero, cuya belleza nunca se marchita. Gracias por el enlace, me paso ahora mismo por él.

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  5. Imposible no quedarse encantado con la entrada Coops a poco se estime a esta formación... Ya lo hemos comentado en alguna ocasión creo. Estos tenían "el mojo". Eran descaradamente orgánicos y diferentes a todo lo que les rodeaba a pesar de ser, contrariamente y con permiso de Phish (aunque estos son tan militantemente jam que no hay por donde cogerlos al generalizar), los más clásicos en sonido de la época/lugar que les tocó (puro Grateful/Allman, sí), sus dos discos son dos soles de rayos inextinguibles que, para más inris, parecen revalorizarse año tras año (como debe y procede) y, en un mundo mejor, se hubieran peleado por el cetro con los Crowes hasta en la soup para beneficio de todos... En fin. Abrazo guzzero para la serrería.

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    1. "Dos soles de rayos inextinguibles", me gusta eso, y ahí está su triunfo. A pesar de las referencias a los Dead y ABB, hoy día pienso que los Melon conectaron con la esencia misma de la música de LedZep, con su alma, no la simple recreación del riff a lo Page o del malabarismo 'johnbonhaniano', como ninguna otra. Abrazos

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  6. Buena definición la de neo hippies; también es cierto que se le notan influencias de Zeppelin, como apuntas. Un gran grupo, que ha dejado poca discografía, lamentablemente. Soup es una pasada, enorme trabajo, de principio a fin; no tiene una canción ni tan siquiera pasable, todas son grandes canciones. Yo descubrí al grupo tarde (me avergüenzo de ello :-/) y los descubrí por Guzz en su blog, en el que hizo una gran entrada, como la tuya, Agente. Un saludo.

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    1. Una discografía escasa en número pero inmensa en talento.
      Un saludo, JS.

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  7. Todos los de esta lista son obras maestras y el de Blind Melon aun mas!Imparable disco que escuhaba y sigo escuhando con amor.
    A+

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