viernes, 14 de junio de 2013

STEREO/MONO

All Shook Down saldría a la calle en 1990 y aunque desde el primer momento sería considerado como el primer paso en la carrera en solitario de Paul Westerberg a la postre sería el último disco editado bajo el nombre de The Replacements. La trayectoria de la banda de Minneapolis llegaría a su fin unos meses después, en el verano de 1991; uno de los grupos más influyentes de la década de los 80 se autodestruía antes siquiera de -quién sabe- poder beneficiarse del éxito planetario de unas bandas que tanto le deberían a los autores de obras como Tim o Pleased To Meet Me. Frente a las estrellas mesiánicas, alimentadas del brillo constante de los focos, Paul Westerberg haría gala de un comportamiento y unas actitudes casi elusivas; a la fracasada estancia en una gran compañía como Capitol le seguiría una etapa de depresión de la que sale la por entonces nueva entrega discográfica, Stereo (2002). Una colección de temas compuestos en un periodo de dos años y registrados por el propio Westerberg en el sótano de su casa. Colección de canciones -en su mayor parte de basamento acústico- grabadas a medianoche y sin atisbo de producción, lo que no hace sino aumentar la crepuscular y noctámbula belleza de unas composiciones que echan sal a las heridas dejadas por el amor, el odio, la soledad o la incertidumbre.

Este primer disco tendría su contrapunto perfecto en un segundo; con el acompañamiento -éste sí- de una banda en toda regla y presentado bajo el seudónimo de Grandpaboy (su antiguo colega de andaduras, Tommy Stinson, se ocupa de las cuatro cuerdas bajo el de Zeke Pine) Mono ahondaba en su faceta más energética. Influencias de los Stones ("I'll Do Anything" -que se diría salida de las sesiones del Exile- o esa "Eyes Like Sparks" à la Keith Richards), algunos de los mejores temas power-pop de la década ("Silent Film Star", "2 Days 'Til Tomorrow"), todo imbuído por unas melodías 100% Replacements. Y es que mientras suenan (y resuenan en mi cabeza) temas ya sean de Stereo caso de "Baby Learns To Crawl" y "Only Lie Worth Telling" o de Mono como "High Times" -igual que antes clásicos pretéritos como "I Will Dare", "Here Comes A Regular", "Can't Hardly Wait" o "Sadly Beautiful"- no queda más que aseverar una vez más (¡y las que hagan falta!) la grandeza del legado de los Mats y del señor Paul Westerberg.



11 comentarios:

  1. Otra de mis asignaturas pendientes..., The Replacements. Al final, por mucho que tengas, parece que siempre habrá más peso en la balanza del debe que en la del haber. Un lío, vaya.
    Saludos,
    JdG

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  2. Que hermosura de entrada, Agente Cooper. Cuánto cuesta aprender que el amor y el odio dejan las mismas heridas porque son, básicamente, lo mismo. Cuánta grandeza, tú lo has dicho, la de Westerberg, después, y su grupo, antes.

    Un abrazo.

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  3. No sé, Cooper, oí de ellos (The Replacements), pero no creo haber oído mucho. Pues quedo por enterado. A ver qué tal están.
    Un saludo. Excelente entrada.

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  4. Qué curioso. No salen videos de The Replacements en YouTube.

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  5. magifico disco. en todo caso los dos primeros en solitario también son absolutamente magistrales Y mi favorito es el penúltimo de los Replacements

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  6. Tienes toda la razón, JdG, la balanza del debe siempre tiene más peso que la del haber, no importa el tiempo que pase. Eso sí, The Replacements asignatura obligada.

    Gonzalo, si no son lo mismo al menos sus heridas -y las cicatrizes que dejan- son muy similares. Al menos podemos lamernos sus heridas mientras resuenan canciones tan hermosas como éstas. Gracias por lo de la entrada.

    Javier, creo que no me ciega la pasión si te digo que los Replacements son una de las mejores bandas de los últimos 30 años. Prueba con discos como "Let It Be", "Tim" y "Pleased To Meet Me" y ya me dirás.

    Bernardo, yo no calificaría el penúltimo de los Replacements como mi favorito (aunque difícil creo que me decanto por "Pleased...") pero a mí siempre me encantó, nunca entendí las críticas negativas que recibió (y recibe).

    Un saludo a todos.

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  7. Dos discos muy especiales -la cima, quizá- de un autor único en su especie.

    A mi me gusta más 'Mono', pero por la sencilla razón de que lo tengo más interiorizado. Bendita hemorragia creativa por la que estaba pasando Westerberg.

    Yo también soy de los que veo su andadura en solitario igual de interesante que su etapa Replacements.

    Gran entrada, Rock-On!

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    1. 'Stereo'...'Mono'... yo es que si me pongo uno al final termino también con el otro, rara es la vez en que no los escucho juntos por tanto. Una colección de canciones única de un artista -como dices- único.

      Un abrazo.

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  8. Nunca está nada mal volver a Paul Westerberg, un genio que con unos acordes y una cuantas estrofas puede alegrarte o joderte el día, según el caso. Lo cierto es que descubrí la música de Paul antes que la de The Replacements y quizás por ello me llega más él en solitario que lo que hizo con el grupo. Y Mono/Stereo, de lo mejor que haya hecho dentro de una trayectoria plagada de música visceral y emotiva.
    Saludos.

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  9. Como llego tarde tras unas semanas muy liado.Hago un comentario donde englobo todo...A Paul le controlo poco, pero es sin duda un tipo a tener muy en cuenta y haces bien en refrescarnos la memoria con su trabajo!
    Gasoline Allery de Rod es una pura maravilla, no se cuantas cervezas me habre bebido con este disco y ademas en un bra donde trabajaba y era cada noche la cara A y la Cara B!
    grandes post..grandes recuerdos!
    A+

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  10. Gonzalo, es curioso que llegaras antes a la música de Westerberg que a la de los Replacements. Esa dicotomía que apuntas en tu primera frase es bastante exacta.

    Tsi, no me imagino un lugar mejor para escuchar el Gasoline Alley" que un bar jejeje.

    Saludos.

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