martes, 15 de mayo de 2012

DE PASEO CON LOS CHICOS DE MEMPHIS


Mientras a unos parece que les pagan para predicar el fin de la música en soporte físico (lo que no dudo que sea inminente y, ni mucho menos, que no vaya a suceder) otros siguen poniendo todo el cariño en ofrecer a los (pocos?) compradores románticos que quedan productos dignos de llevarse a casa. Productos como los que lleva tiempo ofertando la gente de Ace Records, que se ha ganado el cielo hace ya muchos años con sus excelsas ediciones de soul y todo tipo de recopilaciones temáticas (de mimados libretos) guiadas por una sabiduría y un amor por la música envidiables.

Memphis Boys: The Story Of American Studios es uno de los últimos, una de esas recopilaciones temáticas que decíamos antes dedicada a arrojar luz sobre uno de los estudios de grabación que hicieron de la ciudad más grande del estado de Tennessee el paraíso de la música hecha con el corazón. Y es que no sé si fue un efecto secundario de algún experimento militar enmarcado en la Guerra Fría pero algo sucedió esos años para que surgiera en una única ciudad tal cantidad de cantantes, músicos, compositores o arreglistas, tantos sellos y estudios míticos destinados a hacer historia; Sun Records, Stax, los estudios Ardent, la Hi Records de Willie Mitchell... y los American Sound Studios, fundados por Chips Moman en 1967.


Pinchar el disco es como pasear por lo mejor de la música sureña de la mano de musicazos como el guitarrista Reggie Young o Gene Chrisman (batería que nada tenía que envidiar a todo un Al Jackson, Jr. por ejemplo), miembros de la house band del estudio, The Memphis Boys, o de compositores como Dan Penn. Así, se van alternando clasicazos que suenan hoy aún mejor que hace 40 años caso de "The Letter" de los Box Tops, la preciosérrima "Angel Of The Morning" de Merrilee Rush, "Son-Of-A Preacher Man" de Dusty Springfield o el "You´ve Got My Mind Messed Up" de, todos de rodillas, James Carr junto a temas más oscuros como una increíble versión de "Dark End Of The Street" (una de las mejores canciones de la historia) a cargo del combo femenino The Glories o una "Let´s Do It Over" en la voz de L.C. Cooke (hermano de Sam). Pasión, intensidad, música inmortal, en definitiva; y como broche de oro, cerrando este viaje, "I´m Movin´ On" de cierto paisano de la ciudad.

viernes, 4 de mayo de 2012

THE PREFLYTE SESSIONS


Un chico criado en un ambiente culto y bohemio enamorado del folk; un introvertido chico de campo, hipersensible y bipolar; el hijo de una familia californiana acomodada de difícil personalidad; un músico curtido en el bluegrass que nunca había tocado el instrumento por el que sería reconocido; un doble de Brian Jones "reclutado" para atraer a las chicas. Cómo acabó este disfuncional conjunto siendo una de las bandas más influyentes de la historia es un misterio, o no. Porque ese enamorado del folk, Jim McGuinn, era alguien con una visión muy clara la cual le había llegado en forma de single de una banda de Liverpool; ese chicarrón de Kansas que respondía al nombre de Gene Clark resultaría un prolífico y mágico compositor, el secreto mejor guardado de los 60; el tal David Crosby, con su talento para las armonías estaba destinado a hacer historia; si Chris Hillman dominaba la mandolina, por qué no iba a hacerlo con el bajo, y por qué no iba a tener a buen recaudo el tarro de las esencias para cuando hiciese falta (que me aspen si las mejores canciones del superlativo Younger Than Yesterday no son las suyas); y Michael Clarke, al que conocieron tocando los bongos en la playa, no sería el mejor baterista de la historia pero compartir banqueta con reputados músicos de sesión como Hal Blaine y no notar la diferencia algo querría decir. Aunque puede que todo esto no significase nada si no fuera por Jim Dickson que al abrirle las puertas de los World Pacific Studios los cinco músicos pudieron aprender a base de ensayos lo que significaba convertirse en una banda.

AVISO: GENIO TRABAJANDO

Durante esos ensayos grabados verían la luz varios de los temas que conformarían su debut de 1965 y, lo que es más importante, vería la luz su sonido característico; ese sonido claro, preciso, a la par que denso y complejo, donde las melodías de Clark eran cinceladas por la guitarra de McGuinn y pulidas por las armonías de Crosby. Además de "I Knew I´d Want You", "It´s Not Use" o "You Won´t Have To Cry" adentrarse en estas cintas del sótano de los Byrds nos da la oportunidad de conocer gemas que no se incluirían en ninguno de sus trabajos. Piezas de incalculable valor como el pildorazo beat de "You Movin", que nos traslada de inmediato a la pista de baile del Ciro´s, la más garajera "Boston", la moderna elegancia jazzística de "The Airport Song" (The Byrds volando ya a ocho millas del suelo) o la melancólica belleza impregnada de lirismo de "You Showed Me", "For Me Again" y "The Reason Why". Como subir a lo alto de una colina a esperar el amanecer de una nueva jingle-jangle morning.

viernes, 27 de abril de 2012

NIGERIA ROCK SPECIAL

Seguimos quemando rueda y es que si hace unos días visitábamos Jamaica para poco después detenernos en Carolina del Norte y más adelante pasear por Chicago hoy este viaje improvisado nos lleva hasta Nigeria. Me está costando alejarme de las coordenadas de la música negra así que nada mejor que poner los pies en el continente africano aunque sea para, cual Dr. Livingstone, explorar una de las escenas más desconocidas de esa increíble cantera que suponía la Nigeria de los 70. El título completo del explosivo artefacto que protagoniza la entrada de hoy es Nigeria Rock Special: Psychedelic Afro-Rock & Fuzz Funk In 1970´s Nigeria; un título de lo más explícito y que invita a alejarse, en la medida de lo posible, de las coordenadas del highlife y del afro-beat de Fela Kuti.
  
Mientras que en San Francisco o Londres, los hippies se dedicaban a ponerse flores en el pelo y vivían en pleno verano del amor, 1967 era el año en que daba comienzo la guerra civil que asolaría el país hasta 1970, año en que el ex-Cream Ginger Baker llega a Nigeria para trabajar con Kuti y reclutar, de paso a varios músicos con los que formaría su nuevo proyecto, Airforce. Nuevo proyecto con el que girar por Europa y América, exponiendo así a esos músicos nigerianos a los sonidos rockeros de la época. A su regreso a casa, verían la luz dos bandas, Mono Mono y BLO (autodenominado el primer power-trio de África) que serían las primeras en grabar sus propios elepés dando el pistoletazo de salida a una prolífica escena, muy activa durante la primera mitad de la década.


Pasajes herederos de Santana, órganos Hammond a lo Steve Winwood, efectos wah-wah y, sobre todo, toneladas de fuzz. Ingredientes que condimentados con gomosas líneas de bajo y las polirítmicas estructuras de las percusiones africanas (el secreto de esta receta) dejan a los JB´s en pañales. Question Mark, cuyo "Freakin Out" (el título lo dice todo) no desentonaría entre los Nuggets compilados por Lenny Kaye, The Funkees u Ofo The Black Company son sólo algunos de los nombres que esperan ser descubiertos por los amantes de la psicodelia, el garage y el mejor funk-rock.



martes, 24 de abril de 2012

THERE´S NO PLACE LIKE AMERICA TODAY


Cuando Curtis Mayfield publicó There´s No Place Like America Today en 1975 la música negra estadounidense se encontraba en plena deriva hacia la música disco cuyas canciones eran una mera celebración del hedonismo más inane. La portada, basada en una fotografía de los años 30 de Margaret Bourke-White, con esa cola de desheredados "aplastados" por una valla publicitaria que muestra a la típica familia WASP, anunciaba que el contenido no iba a tener nada de banal o trivial.

Así, la apertura de "Billy Jack" es la violenta crónica de la caída de un matón callejero, un tema de asfixiante energía liberada sólo al final gracias a los arreglos de viento. La bluesy y espiritual "When Seasons Change" es una mirada a los tiempos de desesperación y zozobra. Dulce como una caricia, "So In Love" es una canción de amor sublime y "Jesus", con sus arrebatadores coros, unas guitarras de ensueño y la celestial interpretación de Curtis se eleva cual plegaria. Ya a muchos metros del suelo, "Blue Monday People" clama en favor del amor, al menos lo único que no nos podrán hurtar. "Hard Times" es el corte con más groove del disco (cuántas veces lo escucharía Prince en los 80?) y el que nos conduce al final con la exuberante declaración de fe en la hermandad de "Love To The People".

There´s No Place... es la clase de álbum concebido más como una unidad que como una colección de singles motivo tal vez por el que no alcanzaría las cotas comerciales de Superfly o su debut Curtis pero sin lugar a duda es una joya a reivindicar; por no mencionar que, desgraciadamente, parece escrito ayer.

sábado, 21 de abril de 2012

I MISS YOU, NINA

 
Te fuiste tal día como hoy hace nueve años cumpliendo la promesa de hacerlo a los 70 ("porque más allá sólo hay dolor"); tú, que te cargabas a la espalda todo el dolor del mundo para servirnos de bálsamo; tú, que te fuiste tal día como hoy hace nueve años...y te sigo añorando...

...la frágil flor...



...la agitadora infatigable...



...la sacerdotisa orgullosa...



...la mujer...



...la artista...

martes, 17 de abril de 2012

STUDIO ONE SOUL


The Jamaican Recording & Publishing Studio fue el sello más importante de la isla caribeña y el pilar básico para el desarrollo de la música jamaicana gracias al trabajo llevado a cabo en los estudios del mismo nombre. Popularmente conocido como Studio One, en él grabarían desde los Wailers de Bob Marley hasta Toots & The Maytals pasando por Marcia Griffiths o Burning Spear. Creado por Clement Dodd en 1963, quien desde la década anterior se dedicaba a traer a la isla desde EEUU todo tipo de grabaciones de jazz o R&B, desde el principio tuvo como modelo e inspiración la labor de sellos como Motown y Stax (el Studio One contaría con su propia house band así como su propio equipo de compositores e ingenieros) y de hecho se publicitaba bajo el lema El Sonido de la Joven Jamaica; pero ante todo sería el mensaje de independencia y "empoderamiento" que impulsaba el movimiento por los derechos civiles, que corría paralelo al desarrollo de la música soul , el catalizador de su aventura.


Y es, precisamente, esa influencia de la música estadounidense la que documenta esta excelsa recopilación. Del Sonido Motown al Sonido Philadelphia, con parada en el soul sureño; de los Impressions a los Delfonics, pasando por el "Respect" de Otis/Aretha, The Temptations, Barry White o Luther Ingram (lo que hace Alton Ellis con su inmortal "I Don´t Want To Be Right" corta la respiración). Un viaje lleno de color y sabores únicos. En mi modesta opinión, un must para cualquier aficionado a la música negra.


viernes, 13 de abril de 2012

RED FANG


Aunque oficialmente la discografía de la banda de Portland se inauguraba con el excelente Murder The Mountains (uno de los discos de Rock del 2011), el debut en el formato de larga duración tuviera lugar dos años antes con el álbum de título homónimo que no era sino la recopilación de sus primeros EP´s. Con un pie en la década de los 70 y otro en la de los 90, Red Fang suponen un soplo de aire fresco en una escena acartonada.

Su sonido de poderosos riffs y base rítmica capaz de aunar lo monolítico y lo dinámico, cercano a veces al sonido de una jam band, queda patente en una trilogía de temas iniciales, duros como el granito ("Prehistoric Dog", "Reverse Thunder", "Night Destroyer"). Hay algo de primitivo en esta apertura que me trae siempre a la mente la portada del Survival de Grand Funk donde los de Mark Farner posaban como si de hombres de las cavernas se tratase. "Humans Remain Human Remains", el corte más atmosférico del disco, supone, por el contario, una bajada de revoluciones que no de intensidad. Adictiva como pocas, "Good To Die", es el tema donde las influencias noventeras se hacen más patentes.

Aunque no sólo del riff sabbathiano se alimenta la bestia de Red Fang y una nueva trilogía de temas ("Birds On Fire", "Wings Of Fang" y "Sharks"), reflejan la influencia que el punk tiene en la banda de Bryan Giles, Aaron Beam, David Sullivan y John Sherman;  urgentes y cortantes como los colmillos de la portada allanan el camino para que "Whales & Leeches" y "Witness" pongan punto final al disco de manera ominosa con sus atmósferas apocalípticas.

Y encima con sentido del humor...